Lo acabo de escuchar en la radio:
El Departamento de Interior del Gobierno Vasco ha alertado de la llegada en la madrugada de mañana de un ciclón que podría provocar vientos de hasta 150 kilómetros por hora y olas de catorce metros de altura.
Desde las diez de la mañana de hoy está reunida la Mesa de Crisis en Lakua, en la sede del Gobierno Vasco, en la que participan el Departamento de Interior, las tres diputaciones, los ayuntamientos de las capitales y la Delegación del Gobierno en Euskadi.
Los ayuntamientos y organismos de servicio público fueron alertados ayer por la noche para que adoptaran las medidas de prevención necesarias. Interior ha pedido a la población que se mantenga informada y adopte medidas de autoprotección ante este fenómeno adverso.
Entre las recomendaciones se encuentran la retirada de macetas y otros objetos que puedan caer a la calle, el aseguramiento de andamios y alejarse de la playa y de paseos costeros. Interior también pide evitar los desplazamientos por carretera y tomar precauciones delante de edificios en construcción o mal estado.
Este fenómeno meteorológico es conocido como 'ciclogénesis explosiva', que combina olas de más de 10 metros y fuertes vientos. No es la primera vez que una 'ciclogénesis explosiva' se deja notar en Euskadi. Hace más de una década, el 20 de diciembre de 1998, la desaparición del pesquero pasaitarra 'Marero' se debió principalmente a este fenómeno. Sus ocho tripulantes perdieron la vida en el naugrafio.
Destrozos en los puertos hace un año
Asimismo, el pasado año, en marzo, la furia del mar golpeó a Vizcaya causando importantes daños en los puertos y hundiendo más de una veintena de pequeñas embarcaciones en diferentes localidades. Una persona resultó herida en Ondarroa, y otra fue rescatada en Bakio.
El puerto de Bermeo sufrió importantes daños el pasado año por un fenómeno similar. / ArchivoLa combinación de tres factores, una mar de fondo con olas medias cercanas a diez metros de altura unida a fuertes rachas de viento y a la pleamar, fue la causante de que el temporal adquiriera semejantes proporciones y causara los graves desperfectos que se registraron no sólo en el litoral del Cantábrico, sino en prácticamente todo el Golfo de Vizcaya.
El meteorólogo Miguel Ángel Manjón, de la Agencia Estatal de Meteorología del País Vasco, precisó que en aquella ocasión frente al puerto de Bilbao se midieron olas de hasta 12 metros. En alta mar, también en aguas vizcaínas, a veinte millas de distancia de tierra, se estima que las olas superaron los 16 metros de altura.
Los vientos, por su parte, soplaron con fuerza. La racha máxima se registró en la estación existente en el cabo de Matxitxako, en la localidad vizcaína de Bermeo, donde se midieron 119 kilómetros por hora, mientras que en Lekeitio se alcanzaron 96 kilómetros.
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