Ayer subí al Pagasarri. Menos mal que no dejamos el paseo para hoy.
Iba con la idea de fotografiar los colores del otoño porque se acerca el invierno y, cuando nos queramos dar cuenta, las hojas de los árboles estarán en el suelo.
En las laderas de este monte se prodigan mucho las plantaciones de pinos de modo que tampoco encontré esas tonalidades que esperaba.
Así y todo, algo se pudo hacer. No son los hayedos de Urbasa pero tienen también su encanto.
El objetivo era caminar un poco así que fuí solo con la cámara y el 14/54. Eché un poco en falta algo más de tiempo y el trípode para intentar algún HDR.
Emulando a los antiguos calendarios BBK

Tipical ramita con la ría y el abra al fondo

Los pinos también tienen su punto

La ermita de San Roque bien custodiada por la vegetación
